Los Hijos de los Días- Eduardo Galeano
marzo 28, 2021
Eduardo Galeano
Los Hijos de los Días
Este libro abarca los
días del año.
De cada día nace una
historia,
porque estamos hechos
de átomos,
pero también de
historias.
“Y los días se
echaron a caminar.
Y ellos, los días,
nos hicieron.
Y así fuimos nacidos
nosotros,
los hijos de los
días,
los averiguadores,
los buscadores de la
vida.”
(El Génesis, según
los mayas)
Hablar de la escritura de Galeano siempre me genera nerviosismo porque estoy segura de que nada de lo que diga será lo suficientemente épico para hacerle justicia.
Los Hijos de los Días tiene un estilo bastante particular, funciona como una especie de calendario, hace un recorrido en el tiempo con 365 historias una para cada día del año.
Cuando lo recibí de regalo hace varios años atrás tenía planeado leerlo de a poquito para disfrutarlo y tener la experiencia de descubrir una historia nueva cada día pero fallé totalmente.
Recuerdo haberlo leído frenéticamente -me llevó sólo un par de horas terminarlo -¡y sí, lo leí unas diez veces quizá!
Sin dudas Los hijos de los días desafía al lector a cuestionar los paradigmas dominantes. Nos narra historias de los de abajo, de las minorías.
Este libro revela las voces de los olvidados, los marginados e invisibilizados, los rebeldes, los inconformistas, de aquellos que anhelaban un mundo más justo y equitativo. Nos invita a reflexionar sobre el colonialismo, la desigualdad, la soledad, los crímenes contra la humanidad, el amor, la belleza y la anulación de la memoria.
Contiene pequeños relatos escritos con una narrativa lírica que combina historia, poesía, muerte y política.
Estamos tan habituados a pensar la historia desde el discurso tradicional, es decir desde la “Historia de los vencedores” compuesta por un conjunto de ideas o versiones del pasado que se han convertido en los cimientos de la memoria colectiva, que ha borrado lenguas, hazañas de mujeres y hombres valientes.
¿Sabías que cada dos semanas muere una lengua
o que al entierro de Karl Marx acudieron sólo once personas, contando al
enterrador? … O que en 1918 un tribunal encabezado por Anatoli Lunacharski
juzgó a Dios y en el banquillo de los acusados una Biblia se hallaba sentada?
26 de Marzo-
Libertadoras Mayas
En esta noche de 1936, fue muerta a pedradas Felipa Poot, índigena maya, en el pueblo de Kinchil.
En la pedrea, cayeron con ella tres compañeras, también mayas, que a su lado luchaban contra la tristeza y el miedo.
Las mató la casta divina, como se llamaban así mismos los dueños de la tierra y de la gente de Yucatán.
Mayo 18El viaje de la memoria
En 1781, Túpac Amaru fue descuartizado, a golpes de hacha, en el centro de la Plaza de Armas del Cuzco.
Dos siglos después, un niño descalzo lustraba zapatos en este exacto lugar, cuando un turista le preguntó si conocía a Túpac Amaru. Y el pequeño lustrabotas, sin alear la cabeza, dijo que sí lo conocía. Casi en secreto, mientras hacia su trabajo, murmuro:
Viento es.
Septiembre 8Día de la alfabetización
Sergipe, nordeste del Brasil: Paulo Freire inicia nueva jornada de trabajo con un grupo de campesinos muy pobres, que se están alfabetizando.
¿Cómo estás, João?
João calla. Estruja su sombrero. Largo silencio, y fin dice:
-No pude dormir. Toda la noche sin pegar los ojos.
Más palabras no le salen de la boca, hasta que me mura:
-Ayer yo escribí mi
nombre por primera vez.
Diciembre 3
El rey que dijo basta
Durante cuatro siglos, el África negra se especializó en la venta de carne humana. Según la división internacional del trabajo, su destino era producir esclavos para el mercado mundial.
En 1720, un rey se negó.
Agaja Trudo, rey de Dahomey, incendió los fortines europeos y arrasó los embarcaderos de esclavos.
Durante diez años, soportó el acoso de los traficantes y los ataques de los reinos vecinos.
Más, no pudo.
Europa se negaba a venderle armas si no pagaba en moneda humana.
31 Diciembre
El viaje de la palabra
En el año 208, Serenus Sammonicus escribió en Roma un libro, Asuntos secretos, donde revelaba sus descubrimientos en el arte de la sanación.
Este médico de dos emperadores, poeta, dueño de la mejor biblioteca de su tiempo, proponía, entre otros remedios, un infalible método para evitar la fiebre terciana y espantar la muerte: había que colgarse al pecho una palabra y protegerse con ella noche y día.
Era la palabra Abracadabra, que en hebreo antiguo quería decir, y sigue diciendo:
Envía tu fuego hasta
el final.
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